lunes, 14 de abril de 2008

Sobremesa

BUSQUEDAS INÚTILES

¿Por qué existimos? ¿De dónde vengo? ¿Qué es la vida? ¿Qué pasa después de la muerte? La búsqueda de respuestas existenciales desde tiempos primitivos, nos ha llevado a un largo peregrinaje por argumentos desde Dios, hasta la filosofía o la ciencia, que finalmente cumplen el papel de explicar lo inexplicable bajo conceptos de duración limitada. Lo que hoy llamamos mito, en alguna época pudo ser considerada una verdad absoluta. Que más da si es el Budismo Zen, La Metafísica, o Matrix, la que nos provee del andamiaje interior necesario para dar sentido a nuestra vida, todos prestan el mismo servicio: justificarnos como seres racionales, y proporcionar una agradable sensación de pertenencia a un grupo determinado. Después de todo el gran supermercado de conceptos tiene variedad para todos los gustos, ajustables a la medida del usuario y cada vez son más novedosos y sofisticados, pero curiosamente todos traen la misma advertencia: “úsese con fé”. Como todo producto de consumo masivo; se gastan y terminan desechándose para reciclarse algunos como tradición, leyenda, folklore o ficción.
Sobrevivimos gracias al instinto. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos igual que el resto de seres irracionales, que no se han dado la molestia de pensar en estas cosas. ¿A dónde nos llevan los cuestionamientos, la sed de sabiduría? No hemos explicado la vida, ni hemos evitado la muerte. Inventamos la rueda, las carrozas, los motores, los aviones, los cohetes, y las mismas preguntas continúan sin respuesta.


Duda (fragmento)



Y cuando aún caminaba sobre el agua,
derribaste al pastor de una pedrada,
fue certero tu intento homicida,
murió un dios y nació un ciudadano,
han huido las ovejas rebaño.

Atrapada he quedado, lo has logrado,
en tus crípticos lenguajes de iniciados,
de famélicos conceptos coherentes,
fiel devota de un destino que no existe,
arrinconada entre liturgias y chakanas.

Sor Rita de San Marcos

No hay comentarios: