Esta tarde nos reuniremos con unos amigos a almorzar en un cabaret (si, en un cabaret que tiene almuerzos y abren a medio día) para planificar la despedida de soltero de uno de nosotros. Por supuesto, es una reunión de trabajo y no de living la vida loca, eso lo estamos dejando para la despedida propiamente dicha, por ahora solo nos interesa ir entrando en ambiente y afinar detalles para hacer inolvidable ese momento crucial en la vida de todo macho tercermundista.
La última despedida que tuvimos fue un fracaso, una veintena de hombres en edad de merecer, encerrados en una casa sin más que hacer que jugar a los naipes y beber cerveza, ojo no reniego de las bielitas, solo que ese es un plan de cualquier viernes y no está a la altura de la última cena de un condenado. Esa noche me preguntaba si la despedida de las chicas estaría tan noria como la nuestra, nunca lo sabremos, porque el papel de ellas es negarlo todo y con eso nos tienen jodidos. A la hora de la hora, las novias siempre resultan más librepensadoras y proactivas que uno. Quien sabe, tal vez si tuvieron algo de acción esa noche, mínimo uno de esos tipos feos pero musculosos meneándose en calzoncillos frente a una jauría de locas embriagadas por la idea de que sus parejas lo hacen todo el tiempo y que se merecen esa pequeña venganza. Nosotros mientras tanto jugando cartas y comiendo doritos… donde se ha visto.
Esta vez no queremos que nada salga mal, ahora contamos con un Comité Pro Despedida de Soltero de JP, se han barajado varias propuestas, la más sólida es la de hacer un Tour de Fuego, que en cristiano es hacer un recorrido por el circuito erótico nacional: Santo Domingo, Quevedo, Chone. Con esto, el occiso es decir el novio, quedará agradecido con nosotros para toda la vida, además que sentaremos un precedente digno de ser emulado en el futuro, quien sabe me beneficie a mi mismo.
Como no queremos dejar todo al azar esta tarde haremos los presupuestos pertinentes, que si vamos en un carro o dos, que cuanto por cabeza, de quienes serán los convidados, que si chone o esmeraldas, etc., de cualquier manera, esta vez no nos va ha pasar lo que antes.
A muchos y sobretodo a muchas les parece cosa burda las despedidas de soltero, pero más que una tradición, es un derecho bien ganado, un pago justo por la entrega simbólica de algo que para todo hombre cuesta más que un anillo de diamantes: la fidelidad… Claro, es una entrega simbólica.
Francisco Barreto
martes, 20 de mayo de 2008
Tour de Fuejo JPs 2008
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