martes, 6 de mayo de 2008
Un punto para Disney
Jack Sparrow es un héroe de película algo peculiar sobre todo para Disney, es un bueno que traiciona a sus amigos, miente, es sucio y desconfiable, a pesar de su nombre no luce occidental, tiene el cabello rastafari y los ojos pintados al estilo hindú. Su comportamiento no es lógico, más bien algo infantil, caprichoso, impredecible y con ciertos amaneramientos en los gestos. No es la figura típica de un héroe de películas para niños pero en ningún momento los espectadores dudan de la bondad del capitan Sparrow.
Los villanos tampoco son típicos, estos lucen colores claros y limpios, hablan con propiedad y respetan las leyes quizás porque ellos mismos las escriben, son de raza blanca y educados como Lord Cutler Beckett, quien es el Jefe de la East Indian Company, una transnacional que domina el comercio en todo el mundo y que sabe que tarde o temprano todos caerán bajo el poder del comercio y el dinero incluso los reyes y sus naciones. Beckett es un hombre que es extremadamente eficiente en su trabajo, sabe que hacer y no duda en hacerlo, es un ejecutivo implacable, siempre camina en línea recta hacia el siguiente escalón y pronto no habrá ningún escalón más que subir.
El secreto del éxito de la East Indian Company no está solo en su poder económico sino en que saber manejar las leyes (tanto las civiles como las morales) y hacerlas trabajar para su beneficio. Manejarlas incluye no creer ciegamente en ellas, ese es un escrúpulo que no pueden darse el lujo de tener, pues la fe en la legalidad siempre es para el otro, para el ingenuo que cree que la ley busca imponer justicia.
Sin embargo los sucios piratas que surcan los 7 mares de Disney no siguen las reglas y por tanto son una amenaza, así que por ley se condena a muerte a todo pirata y a todo a quien sea su cómplice o simpatizante, además se elimina el derecho a defensa a los sospechosos de piratería, así como su libre asociación y otros derechos… La ley es la ley y todos deben ayudar a cumplirla y el que no, será acusado de piratería… ¿No le suena conocido?
Jack Sparrow a pesar de sus defectos da muchas luces de humanidad, el no está seguro de nada pero al final del día acabará haciendo lo justo, no en términos de legalidad sino de su propia experiencia y sentir. En contraste, Beckett es tan perfecto que no es humano, para el la justicia es la del mercado, para tenerla hay que ganársela, ningún profesor de management podría reprocharle nada, es más, podría ganar millones dando conferencias alrededor de mundo y no se diga de vender libros de superación personal. ¿Moraleja? No se si la hay, vea usted la peli y ahí me cuenta. A mi me pareció buenísima.
Francisco Barreto
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